Aunque la inversión puede parecer a priori importante, pues son mecanismos que rondan los 200 o 400 euros, el desembolso valdrá la pena si con ello ganamos en tranquilidad.
Estas alarmas para piscinas se basan en un detector de inmersión, de modo que se avisa de cualquier acceso a la piscina cuando presumiblemente no tendría que haber nadie en su interior. Vamos a verlo con más detenimiento.
Imagina que te das un refrescante baño con los tuyos o que los pequeños juegan en la piscina mientras permanecen bajo tu vigilancia. Concluye el baño y, tras salir todos, activas este mecanismo para que te informe de cualquier incidencia gracias a su sirena. Los modelos más avanzados se encienden de manera automática después del baño. Por lo tanto, está a salvo de cualquier despiste u olvido por parte de los adultos.
Sin duda, parecen funcionar con bastante eficacia a pesar de ser una tecnología muy novedosa. En este sentido, y sin citar alguna marca en concreto, estos dispositivos suelen avisar del suceso en un tiempo récord. Podemos hablar de los siguientes casos:
Velocidad media de detección de la inmersión lenta de un niño de 9 kg a 5 metros: 8 segundos.
Velocidad media de detección de la caída de un niño de 5 kg a 5 metros: 8 segundos.
Además, cuentan con potentes sirenas que serán fácilmente audibles por los habitantes de la casa desde cualquier punto.
También en estas alarmas encontramos la alternativa de la pulsera que se coloca en la muñeca del pequeño. Resulta muy segura ya que solo puede ser retirada por un adulto.
A esto se añade el plus de refuerzo en la seguridad que ofrecen estas alarmas, pues en el caso de que la piscina esté vallada algunos modelos incluyen detector de apertura de puerta.
Pero aunque como decíamos estos mecanismos suelen encontrarse a la venta por unos precios que se sitúan entre los 200 y los 400 euros, también encontramos soluciones muy módicas que aportan seguridad al baño y que no superan los 30 euros.
Aunque no son tan sofisticados y tan innovadores como los modelos más caros, brindan seguridad a los padres gracias a una alarma de superficie que se coloca en la piscina y un receptor. Cualquier movimiento que se produzca en el agua enviará una señal al receptor que activará una llamada de socorro de alta frecuencia.
En suma, vale la pena esta inversión pues no podemos obviar que durante el verano se producen numerosos ahogamientos de niños en piscinas privadas. Por lo tanto, toma las debidas precauciones con una alarma como la descrita.
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